miércoles, 15 de julio de 2009

El amor por las pequeñas cosas

Buscaba en mi armario algún texto para compartir con ustedes palabras bonitas; palabras que nos lleguen al alma que nos ayuden a construir nuestra espiritualidad o a profundizarla. Y seleccioné uno donde se recogen palabras y expresiones de la Madre Teresa. Ella, así como Teresita de Lisieux , nos aconseja dedicarnos con amor a las cosas pequeñas. Haciendo cosas pequeñas podemos construir nuestra espiritualidad.
Gabriela Mistral, poeta, también expresó con bellas palabras su amor por las cosas pequeñas. Creo que normalmente no hacemos cosas espectaculares, pero lo que hacemos, si lo hacemos con mucho amor hará sonreír a muchos. En nuestro hogar hay un sin número de pequeñas cosas que podemos hacer con amor: preparar una comida que guste a todos, acariciar a nuestro esposo en esos momentos, en que sabemos, lo necesita, arreglar un centro de mesa, tender una sábana...
Compartir una merienda, atender una necesidad de un vecino, visitar a Jesús Sacramentado.
Todas estas pequeñas cosas hechas con amor mantienen nuestro espíritu alegre y feliz.
Recuerdo que una vez recé en el cine porque mi obispo estaba muy grave. Monseñor estaba lejos, en otra ciudad con su familia. Mi esposo me había invitado al cine para ir con los hijos; en mi pueblo no hay cine desde hace bastantes años y hay que viajar a la ciudad más cercana para ver alguna película que nos guste. Así que me arreglé para salir; pero dentro de mi tenía angustia. Antes de salir me llamó una amiga por teléfono y me comunicó el estado de salud del señor obispo, estaba grave. Cuando estaba en el cine, hubo un momento en que necesité orar, rogar a Dios por monseñor y así lo hice; mi corazón entró en la paz del Señor.
Monseñor había sido como mi padre espiritual; cuando regresamos por la noche a casa, casi inmediatamente volvió a sonar el teléfono y mi amiga me transmitió la novedad, monseñor había muerto.
Considero que en cualquier lugar donde nos encontremos, podemos hacer pequeñas cosas y así construir nuestra espiritualidad y ayudar a construir la de nuestros hijos. Con pequeñas cosas.
Monseñor está enterrado en nuestra Catedral que se llama Inmaculada Concepción; cada vez que puedo lo visito.
Y miren lo que ha salido de las pequeñas cosas, todo un relato. Me despido con unas palabras de la Madre Teresa " El amor comienza por la casa". Bendiciones,
Carmen

6 comentarios:

Carolina dijo...

que lindo mensaje Carmen, en algún momento de la vida pasamos por alto estas pequeñas cosas! son detalles que debemos darles más atención, pero también creo que es el grado de humildad de cada persona y como las entrega a otros, lo que define su "valor", una oración, un gesto cariñoso para la persona quien lo recibe se transforma en un alivio.
te dejo un abrazo
:)

Isabel dijo...

Felicidades querida amiga en el día de tu santo.
La Virgen te proteja siempre.
Mil bendiciones

Isabel

Santisiembra dijo...

Hola Carmen, feliz dia de tu Santo, que bonito relato y cierto la piedad no tiene limites ni cercas, no requerimos de un lugar especial para comunicarnos con Dios y pedir su auxilio. Gracias por tus regalos amiga.

ILUSION dijo...

Hola Carmen,,,,,es cierto amiga todo lo que se hace con amor nos hace sentir bien!!!!!!

Besitos y feliz día de tu santo!!!!!

Carmen dijo...

Las abrazo en mi corazón queridas amigas Carolina Isabel Marina Ilusion, me hacen muy feliz, abrazos y besos,

Carmen

Soñadora dijo...

Que bonita historia compartes con nosotras Carmen! Pienso que justamente esos pequeños gestos son los que hacen la diferencia!
Besitos,

Gracias por visitarme